18:00 - 19:30 Perspectivas teóricas
Desamparo y psicoanálisis contemporáneo
Coordina
Psic. Mercedes Gallinal de Chiara - APU
Comenta
Lic. Silvia Resnizky - APdeBA (Argentina)
La clínica del desvalimiento y el psicoanálisis contemporáneo
Expone
Dr. Gley Costa - SBPdePA
(Brasil) [ver] Teniendo en cuenta la evolución de la práctica psicoanalítica a partir de las histéricas de Freud, el autor resalta el cambio observado en la clinica actual, con predominio de pacientes que tienen carencia de una vida simbólica devido a una fijación a una etapa del desarrollo en que el aparato psíquico no es capable de reaccionar por si solo a los estimulos endogenos y exogenos, generando una experiencia de desvalimiento cuando no logran tener un auxilio del ambiente empatico. En la clínica del desvalimiento se incluyen pacientes con rasgos autistas, las neurosis tóxicas y traumáticas, las enfermedades psicosomáticas, las traumatofilias, las adicciones, los transtornos de la alimentación, las perturbaciones del sueño, la violencia vincular, la promiscuidad y otras patologías que, desde el punto de vista teórico, técnico y clínico, difieren de las nuerosis, psicosis y perversiones. Para dar cuenta de estas patologías, se impone la necesidad de un nuevo paradigma capable de ampliar el psicoanálisis para un psiquismo cuya lógica ya no es la del placer-displacer de una erogeneidad representada, y si de la tensión-alivio de descargas, mucho mas primitivas, destituidas de subjetividad.
Incertidumbre, identificación y angustia: el analista frente al desamparo radical en la infancia
Expone
Lic. Joaquín Bou - UdelaR
[ver] Louis Bolk aporta soporte al Psicoanálisis: “El hombre es un feto de primate llegado a la madurez”. A nivel biológico la conservación antropométrica de primate nonato señala la génesis incompleta de la forma humana. La mayor extensión del devenir madurativo y desarrollo cerebral sostienen las tesis de polimorfia sexual y narcisismo que explican la forma humana en el nivel especular y simbólico.
Luego del trauma del parto todo es desamparo e incertidumbre mediados por la alteridad que se impone. El deseo empático del Otro inviste, despierta y traumatiza pulsión, canaliza sexualidad; incorpora y comparte significantes que habilitan constitución y reconocimiento del sujeto; activa el Imaginario del niño que “estructura” una fantasía inconciente, “libreto” fundamental del devenir vital.
Con un Otro tóxico o ausente, ¿cómo es la constitución subjetiva en un “mar” de estímulos sin un “espejo” estable que desee empáticamente?
Lo traumático ya no estructura. El Otro se percibe elusivo, ambiguo o paradójico. La defensa disociativa instala la lisis significante. La psiquis es dominio de identificaciones, de demanda y puesta en acto. La agresividad se naturaliza. La subjetividad desfallece.
Justamente aquí Identificación y Angustia pueden ser instancias de intervención en una clínica donde surgen síntoma y retraumatización aliados al Analista.
Psicosis, desamparo y derechos humanos, un diálogo necesario
Expone
Dra. Sandra Romano - Clínica Psiquiátrica. Facultad de Medicina, UdelaR
[ver] El propósito de este trabajo es compartir reflexiones y preguntas surgidas de la interlocución entre los conceptos desamparo y derechos humanos, en la atención de personas con psicosis.
La definición de derechos humanos es una construcción histórica que remite a múltiples significados. Abordar los temas de salud mental como tema de derechos humanos requiere articular, lógicas, lenguajes y análisis, que provienen de ámbitos de conocimiento y práctica muy diversos.
Hablar de desamparo en referencia a las personas con psicosis plantea la necesidad de articular la dimensión subjetiva y la condición social en la aproximación comprensiva y en el abordaje de la situación.
Plantear el diálogo entre estas dos nociones surge en el contexto social y político constituido por el proceso que condujo, en el año 2017, a la aprobación de la Ley de Salud Mental 19529. El desarrollo de estrategias sociales y sanitarias de atención de las personas con problemas de salud mental requiere considerar múltiples dimensiones que ayuden a identificar necesidades, recursos y acciones adecuadas.
Como profesionales de la salud mental este contexto nos invita y desafía a profundizar el diálogo de ideas desde los diferentes disciplinas y modelos de atención.